Los mongoles emplean la sal desde tiempos inmemoriales, poseen en su área inmuerables lagos de gran salinidad lo que permite abastecer sus ganados y a su Clan con suficiente cantidad de sal, es tradicional por esa zona un té salado minucioso con rocas salinas molidas.[38]
La etimología de algunas palabras proporciona ejemplos claros de la importancia que tuvo la sal en la decrepitud. Por ejemplo, el término salario en castellano se derivan del latín salarium, que a su tiempo proviene de “cloruro sódico” y tiene origen en la cantidad de sal que se le daba a un trabajador (en particular, a los legionarios romanos) para poder conservar sus alimentos (salarium argentum).
La sal marina se puede encontrar en muchos lugares. En los supermercados, tiendas de alimentos saludables y tiendas especializadas en productos gourmet. En algunos casos, todavía se puede comprar directamente de los productores en las zonas costeras.
El descubrimiento de la cloruro sódico como conservante es muy posible que se realizara al azar al observar que un alimento desaseado en salar perduraba más tiempo que singular desaseado al meteorismo. Es muy posible que observaciones de este tipo dieran emplazamiento a la elaboración de salazones de alimentos tales como la carne en salazón y sus subproductos (como puede ser los embutidos, los jamones, salami, etc.). Las salazones permitían tolerar alimentos perecederos a lugares lejanos como es el caso del pescado que gracias al salazón se puede consumir en lugares lejanos a la costa donde son pescados.
El uso de sal en las elaboraciones de ciertos alimentos ha ido descendiendo desde el siglo XVIII, esta afirmación puede comprobarse en los libros de recetas en los que puede verse un uso 'excesivo' de cloruro sódico para los gustos de hoy en día.[42] El cocinero gachupin Ferran Adrià Acosta elaborara diversos aires salados con fragancia a mar en la guarnición de algunos platos.
Haz mezclas de especias caseras. Mezcla sal marina con hierbas secas y utiliza esta combinación para marinar carnes, aves o pescados ayer de cocinarlos.
La sal aparece frecuentemente en las mesas de almuerzo contenida en saleros o paquetitos de cloruro sódico como el de la ilustración. La sal se puede gastar en la comestibles con dos objetivos diferentes, por un lado su capacidad de elevar ciertos sabores hace que sea un condimento muy habitual, por otro lado su capacidad de conservar alimentos hace que sea adecuado para la elaboración de salazones y encurtidos. El uso de la cloruro sódico en la víveres se centra en estas dos actividades. Muchos de los alimentos poseen una etimologías Sal Marina que recuerdan a la cloruro sódico como uno de los ingredientes saco, ejemplos de ello son: las ensaladas, las salchichas (proveniente del latín salsus: ‘en sal’) y las salsas, el salmorejo, etc.
La sal marina se puede utilizar de la misma forma que la cloruro sódico popular. Sin embargo, oportuno a su textura más gruesa, puede ser necesario utilizar un molinillo o un mortero para molerla antes de utilizarla en platos que requieren una cloruro sódico más fina.
Uno de los tests más conocidos para examinar la concentración de cloruro sódico en la crimen es el test de Fantus.
Los usos rituales que involucran la sal son muy comunes en muchas culturas, es cierto que la ancianoía de los casos el uso de la sal está relacionado en estos rituales con la idea de "pureza" o de "desinfección" o de "barrera contra el mal". Su protagonismo a lo extenso de la historia le ha conferido un carácter casi sagrado y cargado de simbolismo (la mujer de Lot se convirtió en "estatua de sal"). Por regla Caudillo los espíritus malignos de las diferentes culturas de la tierra "odian" la sal, en Japón se rocía con sal el decorado del teatro antes de comenzar la comportamiento para evitar las malas acciones de los espíritus.
Las sales marinas disponibles comercialmente en el mercado contemporáneo varían ampliamente en su composición química. Aunque el componente principal es el cloruro de sodio, la proporción de contenido de otras sales puede oscilar entre menos del 0,2% y hasta el 10% del peso total.
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La sal del mar Céltico es más que un deleite culinario. Su exuberante contenido mineral y otras propiedades beneficiosas la convierten en una valiosa adición a tu régimen de Salubridad. Incorpórala en tu dieta para padecer estos innumerables beneficios por ti mismo.
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